viernes, 27 de mayo de 2011

"El relato diario"

No encuentro nada que me haga lo suficientemente bien, que me distraiga de esta carencia. Si no te encuentro, vivir ya no va a ser tan prioritario. Te necesito... DIOS... Te necesito, te necesito... Vuelve a mi mente, todo el tiempo, todo el puto tiempo, no quiero más esto... 
Lo único que quedó.
Me siento tan solo, ya no tengo otras prioridades, esto ocupa TODO mi tiempo, estoy seco seco seco seco seco seco. No puedo más de sentir esta arena en la boca, no puedo más de escuchar esta radio sobre las dunas...

Black Transmission...



Perdí un escrito.
        ¿Sabes cómo se siente? Es como perder a alguien querido. Cuatro, cinco párrafos construídos en un momento de emociones extremas, al son de una canción, con las imágenes más bellas que se me han ocurrido en mucho tiempo; todo eso sostenido por la firmeza misma de las palabras. "Es como si el suelo se resquebrajara bajo sus pies."... Así comenzaba. Ya ni me acuerdo de cómo seguía. Solo quedan un montón de ideas inútiles dando vueltas en mi memoria, que de a poco se van escurriendo. Y se escapan, se van, se va lo que escribí... En un segundo. No se dio ninguna explicación, *BAM* todo se borra, y yo no tuve tiempo de darme cuenta... Se guardó. Se guardó nada. El título me queda nomás.



     Se trataba de ella. Todo se trata de ella últimamente. Y de mí, y de cómo me gustaría contemplar su paso constante, su paso firme; de cómo me gustaría toparme con esa mirada que agrieta las paredes, y del miedo que le tengo a esa mirada.
     Y de cómo la odio, y de cómo la amo.
     De la lluvia. Se trataba de la lluvia también, que te obliga a acelerar el paso cuando vagas por ahí.
     Se trataba de la mente. Se trataba del perdón y de la belleza de aquello que logras ver tú solo.

     Se trataba de la música. Se trataba de un piano.
     Se trataba de las notas de ese piano, y de cómo esas notas me recordaban a ella.
     Se trataba de las cosas que le diría cuando la vea. Se trataba de que no estaba con ella.



Hablaba de la soledad.



     Hablaba solo.



     Ella solamente caminaba. Estaba preocupada por algo, y furiosa por otra cosa.
     Se trataba de la historia misma, se trataba de lo que yo escribía. De cómo ella no podía contar su historia por estar atrapada.
     Se trataba de un narrador mudo, y de un lector ciego.
     Se trataba de todo lo que no ves, y de cómo añoro que alguien lo vea, que me vea y sueñe junto conmigo. Decía que la tristeza te deja ver cosas más bellas, porque son tan sutiles que solo pueden encontrarse en la oscuridad.

     E imágenes, muchas imágenes. De lo que siento y lo que quería hacerte sentir.


...Y de los amigos. Porque siempre se me vienen a la mente.

- Hola Eze! :)


Escrito por Ezequiel F. L. Cabrera (con sumo pesar)
Alegrado por DNN :)