...CUENTO RÁPIDO
Lino amó abrir los ojos aquella mañana y ver que su hermano ya se había llevado el cuerpo de su marido, mas no las copas ni la llave del depósito. Irónico final para un amante del vino. Se desperezó y rápidamente se acercó al baño. Muy bien, estaba limpio. Ya más tranquila, bajó con cuidado las escaleras, sujetando firmemente la baranda. Abajo, lo encontró sentado en el sillón, visiblemente agotado, tapándose la cara con una mano mientras se apoyaba en el brazo del asiento. Lino se rió, se le acercó y le acarició el hombro. "¿Te sentís bien?", preguntó la mujer. "El estómago me está matando", respondió, sin poder reprimir una expresión de asco. "Ese último vino...", agregó el hombre, sacudiendo el dedo índice. "Ese último vino era de caja", señaló acusador. "Tu hermano es un hijo de puta."
Escrito por Ezequiel F. L. Cabrera
03/01/2013