lunes, 3 de enero de 2011

Si la recepción es mala... escucha con más cuidado.

No te quiero escuchar.

¡Estoy triste, déjame solo!

Un abrazo no significa nada.

¿Para qué seguir?



No temas darte cuenta de que tu mente te engaña; quiero que me ayudes a no escuchar mentiras.


¡Estoy cansado de verte triste! ¡déjame oírte tras ese velo, no podré solo!

Una respuesta llena de abrazos no significa que no te hayan dicho nada.

¿Si intentas salir del engaño, para qué seguir borrando palabras?




A veces escuchamos lo que queremos escuchar.




Escrito por Ezequiel F.L. Cabrera

1 comentario:

  1. Decile al 'jo de puta de Hyde que afloje con el liquid paper.
    Te quiero Ezequielín.

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